La patronal española de hospitales privados denuncia que “varias aseguradoras británicas actúan impunemente” desde hace tres años.
La Embajada británica se ha comprometido a informar a sus ciudadanos de los derechos y deberes de los viajeros respecto a la asistencia médica, tras un supuesto fraude cometido por varias aseguradoras del Reino Unido y que ha sido denunciado por la patronal Alianza de la Sanidad Privada Española (Aspe).
Según ASPE, cerca de 800 turistas británicos acuden a diario en temporada alta a centros sanitarios privados para ser tratados, porque piensan que la póliza de seguro de viaje que han contratado en su país cubre este servicio, cuando no es así.
Se trata, según el secretario general de ASPE, Carlos Rus, de un posible fraude asistencial médico por parte de unas quince aseguradoras del Reino Unido y el impacto económico en el ámbito privado sería de 75 a 100 millones de euros.
Los representantes de Aspe han intentado buscar apoyos para atajar un problema que, según dicen, “satura nuestro sistema sanitario público, genera problemas económicos y administrativos a los hospitales privados y perjudica a los turistas ingleses”.
Malas prácticas
La denuncia no es nueva. La patronal ASPE, que agrupa a más de 1.300 entidades sanitarias y representa a más del 80% de los centros hospitalarios privados españoles, sostiene que “varias aseguradoras británicas actúan impunemente” desde hace tres años.
Y es que según explica la citada asociación de hospitales privados, “algunas compañías británicas comercializan pólizas de seguros de viaje que se aprovechan de las coberturas ofrecidas por la sanidad pública británica y española, a través de la Tarjeta Sanitaria Europea, sin que hasta el momento se hayan tomado medidas cautelares contra estas empresas pese a las acciones emprendidas por ASPE”.
Por eso, denuncia esta entidad, este verano “miles de turistas británicos serán de nuevo rehenes de estas malas prácticas al contratar pólizas que incluyen asistencia médica pero, a la hora de la verdad, impiden el acceso a centros hospitalarios privados. Por tanto, estas empresas comercializan la asistencia médica en centros públicos, algo contrario a derecho, al ofrecer una prestación sanitaria a la que los ciudadanos británicos ya tienen derecho y de la que no soportan costes”.
“Estas aseguradoras británicas, que se lucran por la venta de un servicio que presta la sanidad pública, cometen irregularidades con el viajero británico que piensa que tiene cubierta la atención sanitaria en cualquier centro sanitario”.
“Sin embargo, les exigen disponer de la Tarjeta Sanitaria Europea para así ser trasladados al sistema público. Los turistas, al ser informados, o bien asumen el coste del servicio médico privado o consultan a su aseguradora, que inmediatamente les remite a la sanidad pública, alegando la deficiencia del servicio sanitario privado. Algo completamente ajeno a la realidad, por la alta consideración internacional de la sanidad privada española. El objetivo real de estas prácticas de desprestigio es no hacer frente a su responsabilidad como asegurador”.
ASPE denuncia que esta situación pone en serio riesgo la salud de los viajeros británicos