Los seguros de Hogar protegen la vivienda familiar frente a los daños causados por fenómenos meteorológicos adversos, como lluvias, granizo, nieve o viento, cada vez más habituales por culpa del calentamiento global.

Los fenómenos meteorológicos adversos causan cada año pérdidas millonarias en viviendas alrededor del mundo. Temporales, ventiscas, granizadas, nevadas, o incluso terremotos y huracanes,  etc. están a la orden del día y en muchas ocasiones son tan imprevisibles como sus devastadores efectos sobre los bienes y, en concreto, las viviendas. Y si no, que se lo digan a los vecinos de la localidad mallorquina de Sant Llorenç des Cardassar, afectado por unas destructivas riadas el pasado otoño que dejaron decenas de casas enfangadas y/o anegadas, además llevarse por delante la vida de trece personas.

Y es que cada año se producen en España cerca de medio millón de siniestros causados por fenómenos atmosféricos, siendo esta la cuarta causa más común de daños en la vivienda, superada por los daños por agua, la rotura de cristales y los daños eléctricos.

Los desastres naturales van a más

Según un estudio elaborado por el Instituto Tecnológico de Karlsruhe (Alemania), los desastres naturales causaron pérdidas materiales por valor de hasta 7 billones de dólares y cerca de 8 millones de muertes entre 1900 y 2015. De los eventos catastróficos de origen natural, los más destructivos son los causados por el agua. Las inundaciones provocan el 38,5% de los daños, y las tormentas el 20 %, lo que sumado roza el 60% de dichos costes. De acuerdo con el estudio, elaborado a través de la compilación y el estudio de 35.000 catástrofes naturales ocurridas entre 1900 y 2015, “las inundaciones son las primeras responsables” naturales de las pérdidas económicas y humanas. Asimismo, el informe añade que desde el año 1960, las tormentas se han vuelto más destructivas que las inundaciones a nivel de daños económicos.

En este punto, cabe destacar el impacto del calentamiento global en la prevalencia de fenómenos meteorológicos imprevisibles y potencialmente catastróficos. La temperatura media mundial registrada en 2018 es la cuarta más alta desde que se empezó a medir esta variable hace ahora 135 años. Los años más calurosos registrados hasta ahora son, por este orden, 2015, 2016 y 2017, lo que indica que el cambio climático se ha agudizado en los últimos años, aunque desde 2015, cuando se registró el récord de temperatura global anual, parece que dicha variable está descendiendo poco a poco. Sea como sea, los 20 años más cálidos de los que se tienen datos se han registrado en los últimos 22 años, según dados de la Organización Meteorológica Mundial (OMM). Según los científicos, este fenómeno está causando y va a causar fenómenos meteorológicos cada vez más extremos y destructivos.

Siniestros

Quizá ello esté relacionado con el hecho de que, según datos de Icea, la ratio de siniestralidad de los seguros de Hogar se ha disparado en el último año del 57,3% al 61,7%, y la ratio combinada ha superado el 93%, y según los expertos las catástrofes naturales, especialmente los temporales, del último año, han tenido mucho que ver en esta evolución.

El seguro suele hacerse cargo de los daños causados en ventanas, puertas o antenas si se tiene asegurado el continente, y de los sufridos por el mobiliario si el contenido está asegurado. En el caso de la nieve, suele cubrir tanto los daños por desprendimiento de nieve acumulada en un tejado como los derivados del peso de la misma.

Sea como sea, para que el seguro se haga cargo de los daños causados por fenómenos meteorológicos, se deben superar ciertos umbrales previamente establecidos, como los 70 o 90 km/h en el caso del viento que fijan la mayoría de las aseguradoras. Por encima de los 120 km/h, el encargado de afrontar las indemnizaciones es el Consorcio de Compensación de Seguros, pero solo en viviendas que cuenten con un seguro de Hogar. En cuanto a las lluvias, el límite fijado suele ser de 40 mm/hora. En el caso de la nieve, el granizo o el pedrisco no hay límites fijados.

En relación al papel del Consorcio, cabe destacar que una pequeña parte de la prima va destinada a este organismo público, que “se encarga de indemnizar los daños producidos por fenómenos naturales o derivados de hechos de incidencia política o social, con la condición de tener suscrito un seguro para las personas o bienes afectados”, según sus propios estatutos.

Fuente: